Existen momentos en los que las presiones diarias y el cansancio pueden dejarte exhausta, sin energías para afrontar los desafíos de un nuevo día. Encontrar el momento para renovarse, descansar y recuperarte es importantísimo.
Hay algo que podés hacer para ayudarte en este momento en el que el cansancio te vence. Un paso crucial es el de reencontrarte con tu cuerpo, con tus sentidos, con las cosas simples de la vida, las que te mantienen centrada.
Los masajes son una de las maneras más fáciles de alcanzar y mantener una buena salud. La tensión y el estrés pueden ser fácilmente aliviados con las manos. Podés utilizar los automasajes para energizarte por la mañana antes de salir o para relajarte antes de dormir.
Primero tenés que encontrar una posición en la que estés cómoda, en una silla, en el suelo o acostada con las rodillas dobladas y los pies en el suelo.
- Trabajá sobre tu hombro derecho con la mano izquierda. Llevá tu mano desde la base del cráneo, por el costado del cuello, por encima del hombro y por el brazo hasta el codo. Repetí esta acción por lo menos tres veces de cada lado del cuerpo.
- Hacé movimientos circulares con las puntas de los dedos por la espalda, a lo largo de los lados de la columna vertebral desde la base del cráneo, pasando por los hombros y por toda tu espalda.
- Suavemente, con el puño izquierdo masajeá tu hombro derecho con el puño izquierdo. Mantené la muñeca flexible.
- Para terminar, acariciá suavemente con ambas manos, comenzando por los lados de la cara, deslizalas por debajo de la barbilla y cuello. Finalizá con suaves golpecitos en los hombros y brazos.
Se recomienda ayudar a todos estos ejercicios con alguna crema Ekos o aceite Sève, las fragancias y texturas pueden ayudar mucho para conseguir una relajación más profunda. ¿Integrarías esta rutina a tu día?
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