Incorporando el hábito de separar residuos

Si no separás los residuos en tu casa, empezar a hacerlo implica incorporar un nuevo comportamiento a tu vida y eso muchas veces, es nuestra fuente de excusas: "No tengo tiempo para sumarme algo más", "Es muy difícil", "No tengo la motivación suficiente".
 
Sin embargo, investigando sobre el tema me crucé con la teoría de BJ Fogg, Director de Persuasive Tech Lab, Stanford University, quien diseño un curso llamado Tiny Little Habits donde enseña a la gente a incorporar pequeños hábitos en una semana.
 
Lo que él plantea es:
 
Hay 3 cosas que hacen que un comportamiento se desarrolle: la motivación, la habilidad requerida para realizarlo y un disparador. Si elegís algo que sea fácil de hacer, que necesite poca motivación para hacerlo y simplemente definís el disparador para llevar a la acción, el hábito se genera casi inconscientemente.
 
PixelBento sobre el Behavior Model de BJ Fogg
 
Imagen: PixelBento sobre el Behavior Model de BJ Fogg
 
En esta charla TED (en inglés), BJ Fogg resume su teoría y la muestra en vivo:
 
 
También, encontramos a Charles Duhigg quien escribió un libro llamado The Power of Habit. En el mismo no sólo analiza en profundidad los hábitos, sino también, cómo incorporarlos o cambiar los ya existente.
 
Es interesante el planteo que hace respecto a los hábitos de la gente y cómo responsabilizarse de las acciones que uno lleva a cabo.
 
“El verdadero poder del hábito es que somos nosotros mismos quienes definimos cuáles son los nuestros. Y la regla de oro es que si bien un mal hábito no se puede eliminar, sí es posible cambiarlo.
 
Tips para fijar un nuevo hábito
 
1. Definí una acción específica: Diseñalo para que sea una solución no una objetivo aspiracional. Al hacerlo puntual, es más fácil de ejecutar y reconocer.
2. Empezá con lo mínimo indispensable: los que ya incorporaron muchos pequeños hábitos dicen que nunca es tan pequeño como para empezar. Suele pasar que la gente que no logra cumplir con sus pequeños hábitos es porque se propusieron algo demasiado grande y/o complicado.
3. Planteá el nuevo hábito como acción desencadenante de un hábito anterior: Pensá en un comportamiento que hacés habitualmente y que esté relacionado con el nuevo que querés incorporar para que sea más fácil la asociación. Esa acción va a ser tu detonador.
4. Festejá e ilusionate con el éxito: A medida que vas logrando los pequeños hábitos que te propusiste, es importante que festejes las victorias. Cada vez que hagas algo bien, podés decir "Soy un/a genio/a", hacer un baile o simplemente una gran sonrisa. Lo que sea que funcione mejor para vos y te haga sentir especial. Mientras lo vas repitiendo, comenzás a ver ese "gran" hábito que venías posponiendo como alcanzable.
5. Practicá: Cuantos más pequeños hábitos comiences a incorporar, más fácil te va a ser hacerlo. Como todo, esto requiere práctica. No te preocupes si no lo lográs siempre, lo bueno es que podés rediseñarlo y volver a empezar.
 
Desafío: "Incorporar el hábito de reciclar"
 
Te proponemos que tomando ésta teoría, comiences a separar tus residuos, incorporándolo a tus hábitos de post-consumo (tirar algo cuando deja de tener vida útil).
 
Tal vez la motivación que tenés en muy baja, pero la habilidad requerida para hacerlo también lo es. Simplemente tenés que definir un detonador, que te haga reaccionar y recordar qué tenés que ir haciendo para incorporar, en pequeñas partes, el gran hábito.
 
Hoy naturalmente, cuando terminás de consumir algo o no te sirve más, lo tirás a la basura. ¿Pero que pasa si en vez de tener un tacho, tuvieras dos? ¿Y si supieras que esa botella de vidrio que estás por tirar a la basura es reciclable y con ella se puede hacer una nueva exactamente igual infinitas veces?
 
Simplemente tenés que fijarte cómo se separa, abrir la canilla, enguajar la botella, dejarla secar y luego, depositarla en el tacho de reciclables. Eso ya te agotó ¿no?
 
Todo lo que no es un hábito resulta difícil, pero como dice BJ, los hábitos tienen que ser muy pequeños para poder incorporarlos por eso te proponemos este desafío: durante una semana, antes de tirar algo a la basura, definí mirando su envase o su origen si es reciclable o no.
 
Envases reciclabes o basura
 
Una vez que lo sepas, festejá que lo aprendiste y tirá el producto/ elemento a la basura. Si, suena raro que te digamos que lo tires, ¿no? Pero no queremos apresurarnos porque para incorporar un "gran" hábito de manera eficiente y permanente, hay que reducirlo a pequeñas acciones. Y además, es sólo por una semana más...
 
Luego, al haber incorporado definir ese simple detalle del producto que consumiste, ya vas a haber pasado de la ignorancia al conocimiento, y una persona que tiene la información, pasa a ser responsable de sus acciones.
 
Por tal motivo, te sugerimos que sumes 2 acciones nuevas:
 
1. Después de mirar si el producto es reciclable, si lo es, enjuagalo y ponelo en el secaplatos a secar.
 
2. Después de guardar los platos y cubiertos secos del secaplatos, tirar los reciclables en el tacho destinado a los mismos.
 
Elementos reciclables limpios
 
¡Acordate que cada vez que hagas esto, tenés que festejar tus victorias!
 
Otra forma de mirarlo también puede ser empezar con un sólo material. Por ejemplo, si sos un gran consumidor de gaseosas y aguas embotelladas, podés empezar con plástico.
 
Luego, de a poco, al ver que no es un gran esfuerzo, y ver que estás tirando a la basura muchos residuos que podrían convertirse en insumos, podés incorporar un nuevo material.
 
Elementos reciclables según su material. Papel, plástico, vidrio, metal, tetrapack o pilas.
 
A medida que vas empezando a darte cuenta de estos pequeños cambios en tu actitud, te vas convenciendo de que sí podés llegar a incorporar este gran hábito que venías posponiendo hace tanto tiempo!
 
Eso sí, para empezar siempre se requiere de cierta preparación, por eso la próxima vez que vayas al supermercado, comprate un tacho de basura adicional y un paquete de bolsas verdes. También podés reutilizar algo recipiente/ tacho o balde y reutilizar las bolsas de supermercado si es que no usas bolsas reutilizables de tela.
 
Eso depende de cada uno, gustos, costumbres y espacio disponible en tu casa, lo importante es que tengas un lugar donde depositar todo lo que sea reciclable en un lugar distinto que la basura.
 
Cocina preparada para el reciclaje.
 
 
¿Estás listo para este desafío? ¿Creés que es posible? Contanos tu opinión.
 
Fuente: "Incorporando el hábito de separar residuos" por Lu Suárez Battán (Community Builder en BePots).
 

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